Powell da la voz de alarma sobre los aranceles de Trump: supondrán menos crecimiento y más inflación
El presidente de la Reserva Federal insiste en que no hay prisa por bajar los tipos y subraya que se mantendrá vigilante ante el impacto de la guerra comercial sobre los precios
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, hizo sonar este viernes la voz de alarma sobre los aranceles aprobados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En un discurso en las afueras de Washington, señaló que sus efectos económicos serán “significativamente mayores” que lo esperado y que se traducirán en menor crecimiento y mayor inflación. Powell no se pronunció sobre las implicaciones que tiene eso para el rumbo de la política monetaria, alegando que era “demasiado pronto para decirlo”, pero poco parece apuntar a un movimiento en la próxima reunión, el 7 de mayo. “Parece que no necesitamos tener prisa”, dijo en un momento, y que es “tiempo de esperar y ver”, en otro. “Estamos esperando que se aclare cuál debe ser nuestra política”, insistió.
“Hemos subrayado que será muy difícil evaluar los posibles efectos económicos de unos aranceles más elevados hasta que haya una mayor certeza sobre los detalles, como qué se gravará, a qué nivel y durante cuánto tiempo, y el alcance de las represalias de nuestros socios comerciales. Aunque la incertidumbre sigue siendo elevada, ahora está quedando claro que los aumentos de los aranceles serán significativamente mayores de lo esperado. Lo mismo puede decirse de los efectos económicos, que incluirán una mayor inflación y un crecimiento más lento”, indicó en su advertencia más clara hasta la fecha sobre los riesgos de la política económica de Trump.
Se trataba de la primera intervención del presidente del banco central tras la decisión de Trump de imponer aranceles mínimos del 10% a la mayoría de los países, con tasas más altas a aquellos con los que Estados Unidos mantiene una balanza comercial más desequilibrada. Hasta ahora, había evitado pronunciarse, alegando que no se conocían las medidas concretas a adoptar. Powell, con todo, se mantuvo prudente: “El alcance y la duración de estos efectos siguen siendo inciertos”. Tras la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal, indicó que esperaba que los efectos inflacionarios de los aranceles fueran transitorios, pero este viernes subrayó que actuará si ese no es el caso.
“Si bien es muy probable que los aranceles generen al menos un aumento temporal de la inflación, también es posible que los efectos sean más persistentes. Evitar ese resultado dependería de mantener bien ancladas las expectativas de inflación a largo plazo, del alcance de los efectos y del tiempo que tardan en repercutir plenamente en los precios. Nuestra obligación es mantener bien ancladas las expectativas de inflación a largo plazo y asegurarnos de que un aumento puntual del nivel de precios no se convierta en un problema de inflación permanente”, explicó.
Poco antes de empezar su discurso, Trump se lanzó a presionar a Powell a través de Truth, su red social, para que baje los tipos de interés. “Este sería un momento PERFECTO para que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, recorte los tipos de interés. Siempre llega ‘tarde’, pero ahora podría cambiar su imagen, y rápidamente”, escribió. “¡BAJA LOS TIPOS DE INTERÉS, JEROME, Y DEJA DE JUGAR A LA POLÍTICA!”, añadió.
Powell declinó contestar. Dejó claro que la política no es lo suyo, que no tiene que opinar sobre la política comercial ni la fiscal, pues esas decisiones corresponden a otros. “Somos estrictamente apolíticos”, afirmó. El color del Partido Republicano es el rojo y el del Partido Demócrata, el azul, así que el púrpura se usa para representar una posición de neutralidad política. “Me gustan las corbatas púrpuras”, bromeó, señalando la que vestía en ese momento. “Tratamos de mantenernos lo más alejados posible del proceso político”, aseguró.
Los aranceles de Trump complican los dos objetivos que tiene la Reserva Federal: pleno empleo y estabilidad de precios. Con ello, Powell se encuentra con turbulencias en el momento en que trataba de completar el aterrizaje suave de la economía estadounidense, es decir, reducir la inflación al 2% sin una pérdida de empleo ni una recesión. El presidente del banco central reconoció en preguntas posteriores a su discurso que los analistas privados ven ahora más riesgo de que haya una recesión en Estados Unidos, pero ese sigue sin ser el escenario central que contempla.
La intervención de Powell se produce después de un dato de empleo de marzo mucho mejor que lo esperado por los analistas. La primera economía del mundo generó 228.000 puestos de trabajo, cuando las previsiones se situaban por debajo de los 150.000. En todo caso, ese indicador se ve ya por el espejo retrovisor mientras crecen las preocupaciones de que la economía pueda entrar en recesión a lo largo del próximo año.
La próxima reunión del comité de mercado abierto de la Reserva Federal se celebra los próximos días 6 y 7 de mayo. Hasta hace muy poco, los inversores daban por hecho que los tipos de interés no se moverían en esa reunión. Luego, ante el enfriamiento económico, las apuestas parecían divididas, pero las palabras de Powell vuelven a diluir las posibilidades de un recorte en mayo. Las probabilidades implícitas en las cotizaciones de los futuros sobre fondos federales son un 70% de que la Fed mantenga los tipos en el 4,25-4,50% y un 30% de que los rebaje un cuarto de punto.